La Oficina
para la Igualdad de Género, parte de la Secretaría de la OIT con sede en
Ginebra, es abogar por la igualdad de género en toda la Organización.
-
El enfoque de la OIT en materia de igualdad entre los hombres y las
mujeres
El objetivo
fundamental de la OIT es promover las oportunidades para que tanto los hombres
como las mujeres puedan acceder a un trabajo digno y productivo en condiciones
de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana. Así pues, la OIT considera
que dentro del concepto de trabajo decente para todas las personas la igualdad
entre los sexos es un elemento clave para que los cambios sociales e
institucionales generen igualdad y crecimiento. El enfoque principal o áreas
temáticas de la OIT en cuanto a la igualdad de género coincide con los cuatro
objetivos estratégicos de la organización, es decir, promover los principios y
derechos fundamentales en el trabajo; crear más empleo y oportunidades de
ingresos para los hombres y las mujeres; mejorar la cobertura y la eficacia de
la protección social y fortalecer el diálogo social y el tripartismo.
-
El mandato en materia de igualdad entre los sexos
El mandato de
la OIT en materia de igualdad entre los sexos consiste en promover la igualdad
de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres en el mundo del trabajo, y
se basa en los convenios internacionales del trabajo de especial pertinencia
para la igualdad entre el hombre y la mujer, sobre todo los cuatro convenios
clave sobre igualdad, a saber: el Convenio sobre la discriminación (empleo y
ocupación), 1958 (núm. 111), (núm. 100), el Convenio sobre los
trabajadores con responsabilidades familiares, 1981 (núm. 156) y el
Convenio sobre la protección de la maternidad, 2000 (núm. 183). El
mandato también abarca resoluciones adoptadas por la Conferencia Internacional
del Trabajo (el órgano de máximo nivel en cuanto a la formulación de las
políticas de la OIT) en 1975, 1985 y 1991, y la Resolución de junio de 2004
relativa a la igualdad entre hombres y mujeres, la igualdad de remuneración y
la protección de la maternidad.
-
Política de igualdad de género e incorporación de las consideraciones de
género
En la
Declaración de política de la OIT realizada por el Director General en 1999
sobre la igualdad entre los sexos y la incorporación de las consideraciones de
género, se especifica que deberían adoptarse medidas que se refuercen entre sí
a fin de promover la igualdad entre los sexos tanto en el ámbito del personal,
como en la esencia y la estructura de la organización; asimismo, se indica que
la ejecución de dicha política mediante la estrategia de inclusión de la
perspectiva de género es responsabilidad de todo el personal de la OIT a todos
los niveles, pero que la responsabilidad final recaerá sobre los miembros del
personal directivo, los directores regionales y los responsables de los
programas.
La OIT aborda
la promoción de la igualdad de género desde una perspectiva doble. En primer
lugar, con todas las políticas, programas y actividades se aspira a solucionar
sistemática y formalmente los problemas específicos y a menudo distintos de
hombres y mujeres, con inclusión de las necesidades prácticas y estratégicas de
la mujer en relación con las cuestiones de género. En segundo lugar, las
intervenciones dirigidas a grupos específicos (basadas en análisis que tienen
en cuenta dichos problemas y necesidades) están encaminadas a lograr la
participación tanto de los hombres como de las mujeres y a que ambos se
beneficien por igual de las actividades de desarrollo.
No obstante, para ser sinceros, no siempre ha sido así. En los primeros
tiempos de la OIT se aprobaron algunas medidas que restringían en la práctica
el acceso de las mujeres a ciertas formas de trabajo, entre las que destaca el
Convenio sobre el trabajo nocturno (mujeres) de 1919 (núm. 4). Prohibir el
acceso de las mujeres al trabajo nocturno, al igual que otra legislación que
impedía que las mujeres realizaran ciertas actividades laborales, como las que
se efectúan en fábricas y minas, era acorde con la época.
Pero los tiempos cambian. Hoy, el progreso social, junto al
desarrollo económico y los avances tecnológicos no sólo han demostrado que las
leyes demasiado "protectoras” están equivocadas, sino que también han
propiciado que las mujeres se incorporen a la población activa en grandes
números en todo el mundo. Sin embargo, en numerosos países, se mantiene viva
aún la polémica respecto a las ventajas e inconvenientes de una legislación
laboral especial que protege a las mujeres.
El trabajo nocturno constituye un buen ejemplo. Desde el
Convenio de 1919 hasta las disposiciones del Protocolo de 1990 en las que se
contemplan excepciones a la prohibición contenida en el Convenio de la OIT núm.
89, los mandantes de la Organización han tratado de adaptar los instrumentos
laborales internacionales a la evolución de los tiempos. Procuraron un nuevo
equilibro capaz de ofrecer las mejores garantías de protección a las
trabajadoras, sin desatender por ello el progreso social y el pensamiento
contemporáneo respecto al estatus de la mujer en el ámbito del trabajo.
En cualquier caso, la flexibilización de las normas sobre horas
de trabajo no es sino una amplia, pero lenta transición en el papel de las
mujeres en el mundo del trabajo. A pesar del considerable avance alcanzado en
los últimos decenios, las brechas de género en el empleo y remuneración
persisten en todo el mundo.
A pesar del signo de los tiempos durante las primeras etapas de
la Organización, la igualdad de género en el ámbito del trabajo se consagró en
la Constitución de la OIT desde el primer día, y se ha visto reflejada en las
pertinentes normas internacionales del trabajo aprobadas desde entonces. Los
cuatro convenios fundamentales de la OIT sobre igualdad de género son el
Convenio sobre igualdad de remuneración (núm. 100), el Convenio sobre la
discriminación (empleo y ocupación) (núm. 111), el Convenio sobre los
trabajadores con responsabilidades familiares (núm. 156), y el Convenio sobre
la protección de la maternidad (núm. 183). Estos Convenios ponen de relieve que
la OIT evoluciona indudablemente con los tiempos, y que seguirá haciéndolo en
el futuro.
-
Plan de
acción para la inclusión de la perspectiva de género
La política se puso en marcha mediante
un Plan de acción de la OIT sobre igualdad entre los sexos e incorporación de
las consideraciones de género en la OIT, aprobado por el Consejo de
Administración de la Organización en noviembre de 1999. Los cinco elementos
principales del plan de acción para hacer efectiva la inclusión de la
perspectiva de género son: fortalecer las disposiciones institucionales;
introducir mecanismos de responsabilización y vigilancia; destinar suficientes
recursos a la inclusión de la perspectiva de género; mejorar e incrementar la
competencia del personal en esta materia, y mejorar el equilibrio entre hombres
y mujeres en todos los niveles del personal. Además de la política general y el
plan de acción en toda la estructura de la OIT, las cinco oficinas regionales
de la OIT han elaborado declaraciones y estrategias de política.
-
Evolución de
la ejecución y la medición
Para lograr que se incluya la
perspectiva de género, entre otras cosas se institucionalizan las cuestiones de
género en los procesos de los programas. En el objetivo operacional compartido
en materia de igualdad de género (adoptado junto a otros cinco objetivos en el
Programa y presupuesto de la OIT para 2004-2005) se consignan tres indicadores
para medir el avance logrado por los mandantes de la OIT en la adopción de
medidas concretas para lograr más igualdad en el mundo del trabajo. El primero
se centra en la ratificación y en la aplicación por parte de los Estados
Miembros de los cuatro Convenios clave de la OIT en el tema en cuestión. El
segundo mide la introducción de cambios concretos en la política, la legislación,
los programas y las instituciones de los mandantes con miras a conseguir
mejoras significativas en cuanto a igualdad en el mundo del trabajo. El tercer
indicador mide la participación de la mujer en eventos de la OIT y en los
órganos de gobierno de la misma.
Otra estrategia para promover la
inclusión de las consideraciones de género son las auditorías participativas de
género, las primeras de este tipo que se introducen en el sistema de las
Naciones Unidas, que facilitan la autoevaluación y el aprendizaje así como el
establecimiento de una base desde la cual mejorar determinadas áreas, se
iniciaron en 2001 en unidades de trabajo voluntario en la sede de la OIT así
como en las oficinas sobre el terreno. En 2004, también se realizaron
auditorías sobre género entre los mandantes de la OIT en Sri Lanka y en los
organismos del sistema de las Naciones Unidas en Zimbabwe.
La misión de la Oficina para la
Igualdad de Género, parte de la Secretaría de la OIT con sede en Ginebra, es
abogar por la igualdad de género en toda la Organización. Esta Oficina, que
rinde cuentas al Director General, actúa de catalizador y asesor para los
mandantes y el personal de la OIT con el fin de lograr un trabajo eficaz por
una mayor igualdad entre los sexos en el mundo de trabajo. También sirve de
enlace con el Consejo de Administración de la OIT por lo que respecta a las
cuestiones de género en el seno de la organización.
Esta Oficina coordina y gestiona el
plan de acción de la OIT, en el que se prevén las auditorías de género. También
facilita el establecimiento de mecanismos institucionales para que se incorpore
una perspectiva de género en los sectores de la Oficina, los departamentos y
los programas de la Secretaría, así como en las oficinas sobre el terreno, y
para que éstas planifiquen, ejecuten, vigilen y evalúen su trabajo.
Esta dependencia coordina la Red sobre
Género de la OIT, un equipo de alcance mundial compuesto por especialistas en
cuestiones género, así como las actividades de los coordinadores por sector y
los coordinadores para cuestiones de género. En promedio, se cuenta con uno o
dos especialistas por región, cuatro coordinadores que representan a cada uno
de los sectores de la sede, y unos 100 coordinadores de género que actúan de
catalizadores (más que de «ejecutantes») para ayudar en el proceso de incluir
las consideraciones de género en sus unidades u oficinas respectivas.
Uno de los proyectos relacionados con
la cooperación técnica coordinado por la Oficina lleva por título Gestionar y
compartir los conocimientos sobre igualdad de género en el mundo del trabajo, y
está encaminado a promover la inclusión de la perspectiva de género en la
ejecución de 13 proyectos distintos bajo los auspicios del Programa de
Asociación OIT/Países Bajos (ILO/NPP) para 2004-2005. Los proyectos están en
marcha en toda Asia, África, América Latina, Europa y los Estados Árabes; cinco
son específicos de cuestiones de género y los ocho restantes disponen de líneas
presupuestarias separadas para actividades conexas con la incorporación de la
perspectiva de género. Otro ejemplo de cooperación técnica coordinada por la
Oficina fue un proyecto interregional para China, Nepal, Tanzanía y Uganda
sobre fortalecimiento de la capacidad de los mandantes de la OIT para
incorporar consideraciones de género.
Entre los ejemplos de las actividades
conexas cabe mencionar la selección de proyectos de cooperación técnica en los
que se incorporará una perspectiva de género, y la colaboración en el primer
proceso intergubernamental para abordar el papel que desempeñan los varones
niños y adultos en la promoción de la igualdad entre los hombres y las mujeres.
La Oficina para la Igualdad de Género
difunde entre los miembros del personal, los mandantes y la comunidad
internacional información sobre los aspectos de género en el mundo del trabajo
por conducto de un boletín electrónico y de la presente página web, de cuya
gestión se encarga la misma dependencia.
« Abril 2024 » | ||||||
Lu | Ma | Mi | Ju | Vi | Sa | Do |
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 |
15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 |
22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 |
29 | 30 |